El País

Recriminan jesuitas asesinato de sacerdotes


La tristeza y la indignación recorren este miércoles las montañas y profundos cañones de la sierra Tarahumara, mientras las autoridades investigan el asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un guía turístico en una iglesia de una zona indígena de alta pobreza y marginación ocupada desde hace años por el crimen organizado.

Javier Campos, también conocido como ‘El Gallo’, de 79 años, llevaba medio siglo en la misión jesuita de esa sierra que en los años 70, cuando no había carreteras, recorría en una moto. Joaquín Mora, un año mayor, lo acompañaba desde hacía más de dos décadas.

Ambos estaban totalmente integrados entre los indígenas tarahumaras (o rarámuris), haciendo labor social, defendiendo su cultura y promoviendo los servicios básicos y la educación.

Eran “figuras de autoridad moral, personas que generaban equilibrios en la comunidad”, contó el martes por la noche el también jesuita Jorge Atilano durante una misa en la capital del país.